
Las tensiones entre el Departamento de Educación y los sindicatos vuelven a aflorar. A solo dos días de la nueva reunión convocada para este jueves 8 de mayo, ELA, LAB y Steilas han criticado duramente la forma en que el Gobierno Vasco está gestionando el proceso negociador. Las centrales consideran que no existe una verdadera voluntad de acuerdo y acusan a Educación de utilizar la mesa como un acto de “marketing”.
Propuestas insuficientes
ELA ha denunciado que la convocatoria ha llegado primero a los medios y no a los sindicatos, que no han recibido ninguna propuesta nueva por escrito. Aunque la consejera Begoña Pedrosa ha anunciado que la propuesta incluirá una reducción de ratios, un incremento de personal docente y mejoras salariales, ELA considera que es insuficiente y que los anuncios carecen de concreción. “Reducir solo de 23 a 22 alumnos en primaria no es una política de ratios seria”, han advertido.
En la misma línea, LAB ha calificado de “grave” que la consejera haya adelantado la convocatoria en rueda de prensa y que horas después no se haya enviado ningún documento. La central sindical estudia si acudirá o no a la reunión y reclama al Departamento que actúe con responsabilidad en un conflicto que se prolonga desde enero. “El valor de una negociación está en el contenido, no en las declaraciones mediáticas”, han subrayado.
Desde Steilas, el sindicato mayoritario, su portavoz Haizea Arbide ha criticado que la reunión llega “tarde” y sin garantías. “Llevamos un mes sin noticias, y ahora convocan deprisa y sin documentación. Es un síntoma claro del problema”, ha dicho. Para Arbide, las palabras de la consejera son “vacías y sin compromisos firmes”.
ELA ya ha advertido que, si no se atienden las reivindicaciones históricas del sector, seguirán adelante con el calendario previsto: cinco nuevas jornadas de huelga a partir del 12 de mayo. “La comunidad educativa lleva meses movilizándose y es hora de respuestas, no de escenificaciones”, han señalado.
Los sindicatos reclaman propuestas concretas, un cambio de actitud y respeto hacia las trabajadoras y trabajadores del sistema público. La reunión del jueves se presenta así con un clima de desconfianza y con el calendario de movilizaciones activado.