
El Ayuntamiento de Bilbao ha anunciado una reestructuración en el cálculo de la tasa de basuras, lo que supondrá una subida significativa en el recibo anual de muchos hogares a partir de 2026. Esta revisión del sistema deja atrás el modelo anterior, que se basaba únicamente en la categoría fiscal de las calles. Lo sustituye por uno que tiene en cuenta el valor catastral del inmueble y el número de personas empadronadas.
Algunos ejemplos de las subidas según donde se viva
Una de las mayores subidas se aplicará a una vivienda situada en la Gran Vía, con un valor catastral de 526.985,64 euros. Sus ocupantes, dos personas empadronadas, verán cómo su recibo pasa de 194,6 euros este año, a 391,39 euros en 2026, lo que supone un aumento del 101%. Este cambio se justifica por el alto valor del inmueble y el poder adquisitivo que se presume a sus residentes.
En contraste, una vivienda de la calle Iturrigorri, con un valor catastral de 52.868,04 euros y también con dos personas empadronadas, verá una subida más moderada: de 91,6 euros a 118,99 euros. Aun así, representa un incremento del 30%, notable para economías más ajustadas.
Por su parte, en la zona de la Calle República de Begoña, una familia de cuatro personas en una vivienda de 125.672,16 euros pagará 169,68 euros frente a los 119,6 actuales. Mientras, en Lehendakari Agirre, una pareja verá subir su recibo de 145 a 175,73 euros por una vivienda con valor catastral de 151.624,42 euros.
El objetivo: asumir el coste real del servicio
Desde el Ayuntamiento se señala que esta revisión fiscal busca que el sistema sea más equitativo y refleje mejor el uso real del servicio de recogida de residuos, así como su coste. En total, se espera que los bilbaínos paguen un 45% más de media en la tasa de basuras, lo que permitirá cubrir una mayor parte del gasto público asociado a la gestión de residuos urbanos.