La increíble historia de Javi: tiene 100 palomas mensajeras

Aunque desconocida para muchos, la colombofilia sigue viva en España como deporte federado, combinando tradición, estrategia y tecnología

La colombofilia, el arte de criar y entrenar palomas mensajeras para competiciones de velocidad y orientación, sigue vigente en muchas partes de España, a pesar de ser desconocido para el gran público. Desde Gayangos (Burgos), Javi, miembro del Club Colombófilo Burgalés, perteneciente a la Federación Colombófila Española, narra con pasión cómo es el día a día de este deporte federado con historia centenaria.

“Somos la federación deportiva más antigua de España”, destaca Javi, mientras recuerda cómo las palomas de carreras siguen siendo entrenadas, cronometradas al segundo, y utilizadas incluso por el ejército como sistema alternativo de comunicación.

Regreso al palomar

Las sueltas de palomas se realizan desde lugares como Manzanares, Cádiz o incluso Bruselas, a cientos de kilómetros del palomar de origen, y el objetivo es claro: que cada paloma regrese lo más rápido posible a casa. Equipadas con chips electrónicos que registran con precisión su llegada, las palomas recorren distancias de hasta 1.500 m/s, enfrentándose a retos como el clima, la orografía y las rapaces.

“Una paloma puede volar a 1.200 metros por minuto, y si el viento ayuda, incluso más”, explica Javi, quien ha recibido palomas desde Bruselas al día siguiente de una suelta.

La colombofilia no solo implica conocimiento del entorno y de las aves, sino también una inversión económica. Aunque mantener una paloma no es caro, los grandes campeones pueden alcanzar precios astronómicos: “Por la paloma Armando se pagaron dos millones de euros hace poco”, comenta.

En España, este deporte está más desarrollado en Canarias, Andalucía y zonas de buen clima, donde las condiciones facilitan la práctica. “Aquí en el norte tenemos problemas con la lluvia, la niebla y las rapaces”, señala. Las pérdidas son inevitables.

Héroes de guerra

Además de su vertiente deportiva, la colombofilia tiene un papel histórico y estratégico. Durante la Segunda Guerra Mundial, las palomas mensajeras fueron cruciales para la comunicación de la resistencia. Y hasta hace poco, formaban parte de las transmisiones del Ejército español.

“Hoy, si se cae el sistema satelital, hay un decreto ley que permite incautar palomas para el ejército. Siguen siendo un recurso de respaldo estratégico”, afirma.

Con una vida que puede superar los 15 años en cautividad, las palomas requieren entrenamiento desde los 3 meses, cría selectiva y mucha observación. “Es un arte como criar caballos de raza”, añade Javi. Las líneas de sangre y la genética juegan un papel fundamental en su rendimiento.

Hoy, el deporte ha evolucionado hacia los colombódromos, instalaciones especializadas donde compiten palomas de todo el mundo. En España hay más de 14 colombódromos, lo que posiciona al país como uno de los referentes europeos en esta modalidad.


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