
El tráfico en la red foral de carreteras de Bizkaia sigue creciendo, pero cada vez lo hace de forma más moderada, incluso en un contexto de crecimiento económico. Así lo refleja el informe Evolución del Tráfico por Carretera en Bizkaia 2024, elaborado por la Diputación Foral a través del Departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial.
Durante 2024, se registraron 4.586,2 millones de vehículos-kilómetro, de los cuales 356,9 millones fueron de vehículos pesados. Estos datos se recogen a partir de 520 estaciones de control distribuidas por los 1.241,4 km de la red foral.
Una de las conclusiones más destacadas del estudio es el desacople entre el crecimiento económico y el incremento del tráfico. A diferencia de años anteriores, donde ambos factores solían ir de la mano, en 2024 se ha roto esa tendencia: el PIB creció un 2,3%, mientras que el tráfico total solo aumentó un 1,8%, y el tráfico pesado apenas un 0,6%. El informe lo atribuye, en gran parte, a las políticas de movilidad sostenible impulsadas desde las instituciones públicas.
Las carreteras de alta capacidad siguen liderando el tráfico
El análisis por tipo de vía deja claro que las carreteras de alta capacidad (dos o más carriles por sentido) siguen siendo las más transitadas. En 2024 alcanzaron una Intensidad Media Diaria (IMD) de 41.572 vehículos, un 1,7% más que el año anterior. La tendencia creciente desde 2020 reafirma su papel como arterias principales de la movilidad en Bizkaia.
Por otro lado, las carreteras convencionales (un carril por sentido) tuvieron una IMD de 3.538 vehículos/día, un leve aumento del 2,2%. Según el informe, se trata de una fluctuación puntual, ya que los niveles de tráfico en estas vías se han mantenido estables desde 2021.
En los accesos al territorio foral, el tráfico creció un 2,4%, con una media de 174.696 vehículos diarios. Sin embargo, los accesos a Bilbao mostraron una ligera bajada del 1,4%, hasta los 287.538 vehículos al día. Esta reducción encaja con las estrategias para fomentar modos de transporte más sostenibles y reducir el uso del coche privado en la capital.
Cambio de rutas para el tráfico pesado
Otra tendencia interesante del informe es la redistribución del tráfico de mercancías gracias a la segunda fase del sistema de Pago Por Uso (PPU), especialmente en la BI-30 (antigua N-637). Esta medida ha permitido aliviar la carga en algunos corredores y redirigir parte del tráfico pesado hacia vías con mayor capacidad.
El tramo de Rontegi sigue siendo el que más tráfico concentra en todo el territorio, sin grandes cambios respecto a años anteriores. En cambio, la Supersur (Variante Sur Metropolitana) y la AP-68 han visto el mayor crecimiento, sobre todo en tránsito de vehículos pesados. Esto ha ayudado a reducir el tráfico de mercancías en zonas sensibles como la BI-10 (A-8) y la BI-30, alineándose con los objetivos de una movilidad más eficiente y sostenible.