
El Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales (Osalan) contabilizó en 2024 un total de 2.860 enfermedades profesionales (EP), lo que supone 15 partes más que en 2023 (+0,5%). De ellas, 2.045 fueron nuevos diagnósticos y 815 recaídas.
El 66% de los nuevos procesos se relacionaron con trastornos musculoesqueléticos (TME) provocados por movimientos repetitivos y posturas forzadas. El ruido en el entorno laboral fue responsable del 7% de los casos, mientras que los agentes biológicos y los trastornos de cuerdas vocales por esfuerzo sostenido de la voz representaron cada uno un 6%. Las lesiones de piel por exposición a sustancias irritantes alcanzaron el 4%.
En comparación con 2023, la notificación de nuevas enfermedades profesionales descendió un 2,3%, mientras que las recaídas crecieron un 9,7%. Osalan destaca que la distribución por grandes grupos se mantiene estable: el 80% de los casos se deben a agentes físicos y el resto se reparte entre otros factores.
Agentes cancerígenos
En 2024 se declararon 34 enfermedades vinculadas a agentes cancerígenos. El amianto fue el responsable en 27 de ellas. El resto se asociaron a polvo de madera (2), arsénico (1), cianuro (1), cadmio (1), cromo VI (1) y níquel (1).
El análisis por sexo mostró grandes diferencias: las hipoacusias afectaron a 144 hombres frente a 5 mujeres; los trastornos de voz a 108 mujeres frente a 9 hombres; y las enfermedades por agentes biológicos a 115 mujeres frente a 26 hombres. En cáncer laboral, se notificaron 31 casos en hombres y 3 en mujeres.
Sectores con más casos
Por actividad económica, la Fabricación de productos metálicos encabezó la lista con un 10,7% de los nuevos casos, seguida de la Asistencia en residencias (7,9%) y los Servicios de jardinería y edificios (7,8%). También destacaron la Metalurgia (6,8%), la Educación (5,6%), la Hostelería (5,4%) y la Construcción especializada (5,3%).
En mujeres, casi el 40% de los casos se concentraron en tres sectores del ámbito de los servicios: residencias (15%), jardinería y edificios (13%) y educación (11%). En los hombres, el predominio se dio en la industria y la construcción, con la fabricación de productos metálicos (16%), la metalurgia (11%) y la construcción especializada (9%) a la cabeza.
Tomando en cuenta la incidencia, las actividades con mayor riesgo de enfermedad profesional fueron la Asistencia en residencias (8,24 casos por cada 1.000 trabajadores), la Metalurgia (7,88) y la Fabricación de vehículos de motor (5,82).