
Este miércoles 3 de septiembre, Bilbao vivirá una jornada clave al ser escenario de la undécima etapa de La Vuelta a España. No se trata solo de ciclismo: este evento supone una oportunidad económica y turística de primer nivel.
El Ayuntamiento y la Diputación Foral han destinado 250 000 euros en conjunto para cubrir infraestructuras, seguridad, logística, señalización y promoción del evento. En el pasado, una etapa en Bilbao ha generado retornos estimados de alrededor de un millón de euros.
Socios del pelotón, medios, equipo técnico y personal de organización suman miles de personas. La Vuelta mueve una auténtica ciudad itinerante, con un gasto directo estimado en 250 000 euros por noche solo en hoteles y restaurantes, según datos de medios especialicados como Ciclismo a Fondo.
Inyección económica total
En total, La Vuelta puede generar un impacto económico anual de 6,7 millones de euros, sumando pernoctaciones, restauración y promoción turística, según estos medios. Con el añadido de retransmisiones internacionales (190 países) y la visibilidad mediática de la ciudad, el retorno trasciende el económico directo.
En resumen: con una inversión notable y visibilidad global, la etapa de La Vuelta no solo promete espectáculo deportivo, sino también una importante inyección económica para Bilbao, consolidando su proyección como destino de eventos de alto impacto.
El Tour generó un impacto de 103,9 millones en Bilbao
El paso del Tour de Francia por Bilbao en julio de 2023 generó un impacto económico significativo en la región. Según un informe de Ikertalde, el evento produjo un retorno de 103,9 millones de euros, multiplicando por 8,5 veces la inversión de 12,2 millones realizada por las instituciones vascas. De esta cantidad, 16,8 millones correspondieron a gastos organizativos directos, mientras que 54 millones provinieron de impactos indirectos, como pernoctaciones y compras. Además, se registró una aportación al PIB de 58,2 millones y una recaudación fiscal de 19,5 millones. El evento también atrajo a cerca de un millón de personas y generó un impacto mediático valorado en 115,2 millones de euros. La mayoría de los contratos fueron gestionados por empresas vascas, destacando la importancia de la colaboración local en el éxito del evento.