
- Tras más de tres décadas de protestas, reclamaciones y promesas incumplidas, los vecinos y vecinas del barrio de Cruces podrán ser atendidos en su propio hospital, el Hospital Universitario de Cruces, en Barakaldo. Así lo ha anunciado la Consejería de Salud del Gobierno Vasco (PNV) como parte de una amplia reorganización del sistema sanitario público vasco, Osakidetza.
Durante más de 30 años, los residentes del barrio —incluidos quienes viven literalmente frente al hospital— han sido derivados al Hospital de San Eloy, en otra zona de Barakaldo, para consultas especializadas y urgencias. Una situación que siempre fue percibida como incomprensible e injusta por la ciudadanía, y que generó un amplio malestar, especialmente entre personas mayores o con movilidad reducida.
Demanda histórica
Ahora, el Gobierno Vasco ha confirmado que esta anomalía sanitaria llegará a su fin. La reestructuración de las OSI (Organizaciones Sanitarias Integradas) permitirá, entre otras medidas, que los pacientes del barrio de Cruces pasen a ser atendidos en el hospital que tienen a escasos metros de casa. Aunque no se ha concretado una fecha exacta para su aplicación, el anuncio ha sido recibido con esperanza entre los vecinos, que llevan décadas reclamando algo tan básico como ser atendidos en su zona.
1.300 millones en infraestructuras
La medida se enmarca en una reforma más amplia del sistema de salud de Euskadi, presentada por el consejero de Salud, Alberto Martínez, en el Parlamento Vasco. Entre otras actuaciones, incluye una inversión histórica de 1.300 millones de euros en infraestructuras sanitarias, la modernización de hospitales, la mejora de la atención primaria, la incorporación de nuevas tecnologías y la transformación digital de Osakidetza.
El barrio de Cruces, que ha soportado durante años los inconvenientes de tener un gran hospital en su entorno —falta de aparcamiento, tráfico, ambulancias, helicópteros—, por fin podrá beneficiarse directamente del servicio que tiene al lado. Una demanda que ha contado históricamente con el apoyo de todos los partidos en el Ayuntamiento de Barakaldo y que incluso fue recogida por el propio PNV en sus programas electorales.