
Después de más de un año viviendo una experiencia única recorriendo el mundo con sus tres hijos, esta familia de Sodupe ha regresado a casa y ha compartido con Telebilbao las vivencias que han marcado su aventura.
Un año sin rutinas
Alex, el padre, y Alba, la hija mayor, explicaron cómo ha sido ese regreso a la rutina después de una vida sin horarios fijos ni planes establecidos. “Después de estar un año sin tener rutina, volver a la normalidad es un poco shock,” cuenta Alex. “Por primera vez tienes que poner el despertador, ir a trabajar, y los niños al colegio.” Sin embargo, reconoce que tenían ganas de volver: “Aquí se come muy bien y están los amigos, que también se echan de menos.”
Alba, que ahora cursa segundo de la ESO, comenta que sus compañeros la recibieron “como una heroína”, y aunque estuvo lejos de sus amigos durante mucho tiempo, hizo “muchos amigos en el viaje”. Además, su inglés mejoró notablemente gracias a la convivencia con otras familias viajeras y a la inmersión en distintos países. “En los encuentros con otras familias hablábamos solo en inglés, y eso me ayudó muchísimo,” asegura Alba.
De casa en casa sin pagar hoteles
La forma en que organizaron el viaje fue también un punto destacado en la entrevista. Utilizando una plataforma de intercambio de casas llamada Home Exchange, la familia pudo alojarse en casas de todo el mundo sin pagar hoteles. “Yo voy a tu casa y tú vienes a la mía, o pagamos con puntos,” explica Alex. “Así estuvimos en Corea y Estados Unidos, como si estuviéramos en casa.”
Pero no todo fue fácil. Uno de los grandes desafíos fue adaptarse a la convivencia 24 horas al día, siete días a la semana. “Lo más duro ha sido estar todos juntos todo el tiempo, cada uno quería su espacio,” admite Alex. Alba coincide, diciendo que lo que más le costó fue la falta de rutina y la constante mudanza de país en país. En total visitaron 11 países en 13 meses, un ritmo que, aunque emocionante, resultó agotador. “Cambiar de avión casi cada semana y de hotel ha sido un poco cansado,” reconoce Alba, “pero ha sido una experiencia increíble.”
El seguro de viaje fue fundamental
No faltaron anécdotas, como cuando Alba se torció el tobillo en Indonesia. “Nos atendieron perfectamente en el hospital, que era increíble,” cuenta Alex. “Llevábamos seguro de viaje y lo usamos sin problema.” Esto derriba prejuicios sobre la sanidad en algunos países y subraya la importancia de estar bien asegurados.
Entre todos los destinos, Indonesia fue el favorito de Alba por su mar y su cultura tan distinta a la nuestra. En cuanto al futuro, ambos coinciden en que repetirían la experiencia, aunque con un ritmo más pausado: “Nos gustaría vivir en un país dos o tres meses, en vez de cambiar cada mes,” dice Alba.
Volver a casa
Finalmente, la vuelta a casa fue un momento especial y agridulce. “Abrir la puerta de casa fue un poco raro, como si no me hubiera marchado,” dice Alba. “Pero también con ganas, porque aquí todo sigue igual y se cierra un paréntesis del viaje.” Para esta familia, la aventura ha sido mucho más que un viaje: ha sido una forma de crecer juntos, de descubrir nuevas maneras de vivir y de aprender del mundo y de ellos mismos.
Aquí puedes ver la entrevista: