
En un Miribilla casi hasta los topes y con una importante invasión -cerca de un millar- de hinchas burgaleses, el Surne Bilbao Basket dejó atrás las malas sensaciones ofrecidas en Málaga frente a un Recoletas Salud San Pablo Burgos que sucumbió al empuje local en el segundo cuarto y no volvió a inquietar a los de Jaume Ponsarnau.
En un primer cuarto de ritmo frenético comenzaron mejor los burgaleses (0-5), en gran parte gracias a la intensidad defensiva que mostraron. Los locales evitaron que la ventaja fuera mayor gracias a los tiros libres de Hilliard y un Petrasek que continuó con las buenas sensaciones que mostraron ante Unicaja. La nota negativa fueron los despistes en defensa de los MIB, que permitieron varias canastas demasiado fáciles para los visitantes.
La segunda unidad, comandada por Krampelj y Pantzar mostró mejores sensaciones y elevó la intensidad defensiva. Gracias a ellos se logró la primera ventaja del encuentro (11-9). Jaworski levantó a la grada con una gran bandeja y Krampelj prosiguió su dominio bajo canasta, reboteando y anotando (17-12). El San Pablo Burgos volvió a acercarse en el marcador, pero Normantas se echó al equipo a la espalda con una bandeja y una asistencia a Lazarevic. El primer cuarto concluyó con una ligera venta local (27-25) por una canasta casi sobre la bocina de Hlinason.
Una canasta de Petrasek, un dos más uno de Hilliard y un mate de Krampelj tras una gran acción colectiva neutralizaron neutralizaron el triple de Dani Díez nada más arrancar el segundo cuarto (34-28). El San Pablo Burgos entró en una fase de sequía, y el Bilbao Basket cerró el poste bajo y aprovechó para abrir diferencias (50-30) tras un triple y tres tiros libres de Jaworski y sendos lanzamientos exteriores de Pantzar y Petrasek. Un parcial de 16-0 que, a la postre, fue decisivo para que los de Ponsarnau sumasen su primer triunfo.
Aunque los burgaleses anotaron por mediación de Jackson y los MIB parecieron ‘despertar’ del trance anotador en el que se encontraban, siguieron desplegando un buen baloncesto y ampliando ventajas, llegando al descanso con un potente 54-35.

El Bilbao Basket sobrevive a la habitual caraja del tercer cuarto
Cuatro puntos de Samuels dieron el pistoletazo de salida a un tercer cuarto donde los de Bruno Savignani recortaron distancias. Normantas, con una bandeja, y un triple de Jaworski permitieron al Bilbao Basket mantener la ventaja en los quince puntos (59-44) mediado el tercer cuarto. El San Pablo Burgos dio una marcha más a su intensidad defensiva, robando balones, pero también provocando faltas y Jaume Ponsarnau paró el partido buscando que las revoluciones bajaran y que sus pupilos no bajasen al fango.
Aún así, el San Pablo Burgos siguió bastante entonado y Gonzalo Corbalán, con un dos más uno tras un impresionante aro pasado, redujo la ventaja a tan solo nueve puntos (61-52). Con ambos equipos en bonus, los minutos finales del tercer cuarto fueron un constante ir y venir de faltas y tiros libres. Especialmente feo fue un empujón de Pablo Almazán a Krampelj en un bloqueo y una posterior antideportiva del esloveno sobre De Sousa. Dos tiros libres de Hlinason, una técnica sobre Jackson y cinco puntos de Petrasek permitieron a los MIB afrontar el último cuarto con una cómoda renta de trece puntos (73-60).
El juego de ambos equipos volvió a recuperar cierta fluidez y el Bilbao Basket volvió a encontrarse en defensa, por lo que las ventajas no variaron excesivamente en los minutos finales y los MIB pudieron disputar los minutos finales con cierta tranquilidad, más allá de la posible disputa del average, clave ante un rival directo como los burgaleses. Amar Sylla tuvo la oportunidad de dejar una bonita entrada a canasta y Melwin Pantzar asumió galones.
Como nota curiosa, el partido llegó a las dos horas y cuarto de duración. Incluso estando diez arriba a falta de cinco segundos, Savignani solicitó un tiempo muerto, algo que fue abroncado por la grada de Miribilla.