David Urdín Pérez, al que se llegó a situar en la dirección de ETA cuando fueron desmanteladas sus últimas cúpulas, ha decidido entregarse para someterse el jueves al único juicio que tenía pendiente en la Audiencia Nacional por varios actos de kale borroka en diferentes puntos de Navarra en 2006 y 2007.
Urdín, que figuraba en la lista de miembros de ETA en busca y captura, ha comunicado su entrega voluntaria por esta única causa contra él, que previsiblemente podría saldar con un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, que pide para él 27 años de cárcel por siete delitos de daños terroristas y otro de tenencia de sustancias incendiarias y explosivas.