Un lunes más, el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria se ha congregado en las escaleras del Ayuntamiento de Bilbao para exigir la subida de las pensiones y criticar la nueva reforma de pensiones que entró en vigor en enero.
Como cada lunes, el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria se ha concentrado en la escalinata del Ayuntamiento de Bilbao. Ya son casi 5 años, desde enero 2018, en los que el movimiento lleva exigiendo la subida de la pensión mínima, alegando que muchos pensionistas rozan el umbral de pobreza.
Es por ello que exigen una pensión mínima de 1.080 euros mensuales, independientemente de si la persona beneficiada está casada o vive sola.
Andrea Uña, portavoz del movimiento.