En tiempos difíciles, la creatividad se convierte en el mejor aliado, y estas navidades no son la excepción. Situaciones como las obras, que podrían parecer un obstáculo, sacan a relucir la capacidad de las personas para encontrar soluciones ingeniosas. Ya sea con decoraciones inesperadas, ideas originales o mensajes llenos de optimismo, estos ejemplos demuestran que, cuando se trata de mantener el espíritu festivo, la imaginación no tiene límites.
Y esto es lo que han hecho dos comercios de la calla Iparraguirre, en el edificio Sota, que han demostrado que el espíritu navideño no se detiene. El andamio, que tapa los escaparates de las tiendas Masquegorros y la Joyas Antiguas Sardinero, no ha sido impedimento para ellos. Ambos comercios se han aliado para colocar la decoración de navidad en el propio andamio, junto a carteles con los nombres de sus negocios. Guirnaldas, bolas, estrellas y muchas luces que dejan claro que «a grandes males, grandes remedios».