El 18 de noviembre, Día Europeo del Uso Prudente de Antibióticos, el Departamento de Salud y Osakidetza han recordado la importancia de un uso responsable de estos medicamentos para frenar la resistencia a los antibioticos, un problema de salud pública a nivel global. En Euskadi, el consumo de antibióticos ha disminuido un 3,6% en los últimos cinco años, gracias a medidas específicas implementadas desde hace más de una década. Estos avances incluyen programas de optimización de uso en hospitales y atención primaria, que promueven prácticas seguras y eficaces en la prescripción y administración de estos medicamentos.
Osakidetza también ha desplegado en todas sus OSIs la herramienta informática WASPSS, que ayuda a los profesionales a identificar el tratamiento más adecuado y detectar alertas tempranas. Este sistema, pionero a nivel estatal, revisa diariamente los datos del paciente y los resultados microbiológicos, garantizando una atención más precisa y reduciendo las posibilidades de desarrollar resistencias. Además, desde Salud Pública y Farmacia se trabajan estrategias para acortar los tratamientos sin comprometer la eficacia y priorizar medicamentos con menor impacto en las resistencias.
La resistencia a los antibióticos, causada principalmente por su uso excesivo o incorrecto, es una amenaza que afecta tanto a la salud humana como a la animal y al medio ambiente. Por ello, el Departamento de Salud insiste en la necesidad de que la ciudadanía asuma su parte de responsabilidad, utilizando antibióticos solo bajo indicación médica y siguiendo las pautas prescritas. Este compromiso conjunto entre instituciones y población es clave para frenar un problema que, en Europa, causó 50.000 muertes en 2019 y que la OMS considera una de las 10 mayores amenazas a la salud mundial.