A uno se le terminan los parabienes para con este equipo. El Athletic una vez más demostró que está en un estado excepcional de forma y que machaca al rival que se le ponga en frente por puro desgaste. Pico y pala. Su ADN competitivo se muestra imperturbable ya sea en LaLiga como en la Europa League. Este pasado miércoles, el estadio Sükrü Saraçoğlu de Estambul fue testigo de una victoria de peso: un contundente 0-2 ante el Fenerbahçe, que reafirma al equipo de Ernesto Valverde como uno de los aspirantes más serios en esta edición de la Liga Europa. Con este resultado, los leones lideran provisionalmente su grupo, acumulando 16 puntos en seis jornadas y asegurándose un pase directo a los octavos de final, un premio más que merecido para un equipo que está dejando huella.
El partido tuvo un protagonista indiscutible: Iñaki Williams. «La Pantera», autor de los dos goles del encuentro, ratificó su condición de referente ofensivo con un despliegue de eficacia y potencia. Su primer gol llegó en el minuto cinco, tras un regalo de navidad adelantado de la defensa turca. Gorka Guruzeta presionó y forzó un error del defensa Akaydin, y eso permitió que el mayor de los hermanos anotara a puerta vacía.
El segundo tanto de Iñaki, al borde del descanso, fue una obra de arte. Un pase preciso de Sancet dejó al delantero en buena posición, y su disparo al primer palo fue un misil tierra – aire que destrozó la escuadra. Ese gol cerró una primera parte donde el Athletic se mostró firme y seguro. La nota negativa fue la lesión de Nico Williams, quien tuvo que ser sustituido por Álex Berenguer tras sufrir una contusión en la rodilla.
Control
En la segunda mitad, los de Valverde manejaron los tiempos del partido con madurez y equilibrio. La entrada de Vivían por Yeray, también lesionado, no alteró la solidez defensiva, mientras que en ataque continuaron generándose ocasiones. Berenguer y Sancet estuvieron cerca de ampliar la ventaja, y la expulsión de Müldür en el minuto 68 facilitó un control aún mayor del encuentro. El equipo de José Mourinho, se mostró voluntarioso pero incapaz de romper la organización rojiblanca.
Este triunfo no solo supone tres puntos más en el casillero, sino también una declaración de intenciones de un Athletic que parece haber encontrado el equilibrio perfecto entre intensidad y calidad. Valverde ha sabido gestionar los recursos del equipo, apostando por un centro del campo donde Jauregizar y Ruiz de Galarreta ofrecieron una actuación sobresaliente.
Por su parte, Agirrezabala, en la portería, no tuvo trabajo, y la zaga, liderada por Yeray hasta su salida y luego por Vivían, neutralizó cualquier intento de remontada del conjunto turco.
Las lesiones de Yeray y Nico Williams generan preocupación en el entorno rojiblanco, aunque los partes médicos iniciales hablan de contusiones y quedan a la espera de su evolución.
Con esta victoria, el Athletic no solo refuerza su posición en la Liga Europa, sino que también envía un mensaje claro: este equipo está para grandes cosas. Los leones rugen con fuerza, y Europa empieza a temer su zancada firme y decidida.
