Expertos del ICQO aconsejan beber agua para hidratar los ojos y evitar la calefacción excesiva durante el invierno. Se estima que cerca del 20% de la población española sufre de sequedad ocular durante los meses de invierno. Esta dolencia se intensifica debido al aire seco, el uso dela calefacción, y la exposición al viento y al frío. Esta dolencia es una de las más comunes y se intensifica en invierno debido al aire seco, el uso de calefacción, y la exposición al viento y al frío.
Con la llegada del invierno, las bajas temperaturas no solo afectan nuestra piel y vías respiratorias, sino también a nuestros ojos. Según los especialistas del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO), el frío puede desencadenar o agravar varias afecciones oculares, afectando la calidad de vida de millones de personas. “La exposición prolongada a bajas temperaturas, así como al viento y a ambientes calefaccionados, puede alterar la película lagrimal que protege la superficie ocular”, explica el doctor Felipe Costales del ICQO. “Esto no solo genera incomodidad, sino que puede desencadenar en queratitis y empeorar enfermedades como el síndrome del ojo seco”, prosigue. Por ello, expertos del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología aconsejan beber agua para hidratar los ojos y evitar la calefacción excesiva, entre otras cuestiones.
Los ojos son órganos especialmente sensibles a los cambios climáticos, y el frío extremo puede provocar la contracción de los vasos sanguíneos en el área ocular. Esto, combinado por ejemplo con el viento y la disminución de la humedad ambiental, puede causar sequedad ocular, irritación, sensibilidad a la luz, y en algunos casos, problemas más graves como inflamaciones o infecciones.. Sin tratamiento, puede conducir a infecciones oculares recurrentes e incluso daño en la córnea”. Además, quienes padecen enfermedades oculares crónicas, como glaucoma o cataratas, suelen experimentar un aumento en sus síntomas debido a lasbajas temperaturas.