
El pasado 28 de abril, España vivió uno de los apagones más extensos y desconcertantes de su historia reciente. Una caída del suministro eléctrico dejó a oscuras a toda la península y afectó también a regiones de Portugal y el sur de Francia. En un mundo hiperconectado, el silencio digital fue absoluto: sin luz, sin internet, sin móviles. En medio de ese parón tecnológico, la radio volvió a ser esencial.
Colapso total, salvo en las ondas
Mientras las redes móviles colapsaban y los televisores quedaban inservibles, miles de personas recuperaron las viejas radios a pilas o bajaron a sus coches para escuchar sus emisoras favoritas. En las calles, se vieron grupos reunidos en torno a un transistor, compartiendo el momento, buscando certezas en las voces familiares que emergían desde el dial.
Hoy conocí a mis vecinos gracias a una pequeña radio que tenía y que salí a compartir. Qué importante la vida de barrio. Sigue apagada una parte de España pero algunas zonas ya están con luz, en otras han vuelto los cortes. Poco a poco. Así vamos. #Apagón#NocheDeTransistores pic.twitter.com/3apKRr6LRB
— Andrea Aldana (@andrealdana) April 28, 2025
Entre todas las emisoras, Radio Nervión jugó un papel fundamental. Informó minuto a minuto sobre lo que estaba ocurriendo, dando detalles concretos de la situación en cada municipio, recogiendo testimonios de oyentes y actualizando con precisión cuándo y dónde volvía la luz. Lo hizo desde la cercanía, sin alarmismo, con una labor de servicio público que conectó a la ciudadanía cuando todo lo demás estaba desconectado. Su voz fue, para muchos, la única compañía en la incertidumbre.
Radio Nervión demostró que la radio local sigue siendo un pilar, con una programación continuada, viva y pegada al terreno.
Radios y pilas agotadas
Tras la jornada, muchas tiendas vieron agotadas las existencias de radios portátiles y pilas.
El apagón del 28 de abril no solo evidenció la fragilidad de nuestra infraestructura digital, sino que reivindicó el valor de los medios tradicionales, especialmente la radio, como servicio esencial. La Comisión Europea ya había advertido sobre la importancia de tener un kit de emergencia para 72 horas, y ahora muchos ciudadanos piensan que una radio a pilas debe estar siempre incluida.
En un mundo cada vez más digital, el gran apagón nos recordó algo profundo: la radio nunca se fue. Estaba ahí, como siempre, esperando su momento, con sus voces amigas, su calidez cercana y su capacidad única para acompañar, informar y unir. Cuando todo falló, la radio se mantuvo en pie. Y muchos volvimos a enamorarnos de ella.
Viva la radio. El día del apagón y todos los días. pic.twitter.com/ssSSFgJae4
— Guille Pando (@guilleapando) April 30, 2025