
Los residentes de las viviendas próximas a la estación de tren de Gernika-Lumo han recibido con alivio y satisfacción una reciente sentencia judicial que ordena el cese de los trabajos nocturnos de la plataforma logística de Euskal Trenbide Sarea (ETS) y reconoce el derecho de las familias afectadas a ser indemnizadas. El fallo considera que estas actividades vulneraban el derecho a la intimidad personal y familiar recogido en la Constitución.
El conflicto se remonta a hace 14 años, cuando los vecinos comenzaron a sufrir las consecuencias del ruido generado entre las 22:00 y las 06:00 por las operaciones logísticas de ETS. Aunque el paso habitual de trenes no era motivo de queja, los trabajos intensivos durante la noche resultaban insoportables. Algunos residentes, especialmente personas mayores, llegaron a relatar anécdotas que reflejan el malestar vivido durante todos estos años.
El Ararteko se posiciona a favor de los vecinos
A lo largo del tiempo, unas 300 personas afectadas impulsaron movilizaciones y elevaron sus quejas ante distintas instituciones. El Ararteko se posicionó a favor de los vecinos, mientras que el Ayuntamiento de Gernika-Lumo, pese a realizar varias mediciones sonoras hace siete u ocho años —con picos de hasta 90 decibelios, muy por encima de los límites permitidos—, no ofreció soluciones concretas. Una moción presentada el año pasado en el pleno municipal, que incluía la creación de un grupo de seguimiento, tampoco dio frutos, pese al respaldo unánime de los partidos.
Acciones legales
Frente a esta falta de respuesta institucional, 19 familias decidieron emprender acciones legales presentando un recurso contencioso-administrativo por vulneración de derechos fundamentales, tanto contra ETS como contra el Ayuntamiento. Para reforzar su denuncia, aportaron grabaciones y fotografías recopiladas durante años. “Ya que no podíamos dormir, al menos aprovechábamos para documentarlo”, explican.
El caso también llegó al Parlamento Vasco gracias al respaldo de PNV y EH Bildu, los partidos de la oposición municipal, donde finalmente recibió el apoyo de todas las fuerzas políticas. Aunque la resolución judicial aún no es firme y puede ser recurrida, los trabajos nocturnos ya se han detenido, lo que ha devuelto la tranquilidad a los hogares cercanos a la estación. Las indemnizaciones reconocidas servirán, según los vecinos, para cubrir los gastos legales acumulados durante esta larga batalla.