
Eman Eskua, la Asociación de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica de Euskadi, ha llevado a cabo una concentración este lunes en la Plaza del Arriaga de Bilbao bajo el lema «Haznos visibles», con la que ha reivindicado una «vida digna» y que se reconozca su discapacidad.
Manifiesto por la dignidad
Durante el acto, se ha dado lectura al manifiesto de la asociación con el que la entidad ha demandado el respeto a la dignidad, «sin estigmas ni discriminación», de las personas que conviven con estas patologías, que son «invisibles pero altamente incapacitantes».
El texto ha subrayado la necesidad «urgente de políticas públicas específicas, atención sanitaria adecuada y acceso justo a recursos sociales que permitan mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y de sus familias».
Además, ha denunciado las «graves desigualdades» existentes entre territorios, profesionales y modelos de atención, así como «la cronificación del abandono institucional y social».
Casos en Bizkaia
En Bizkaia, la asociación estima que la fibromialgia afecta a unas 35.000 personas, de las cuales entre el 90 y el 95% son mujeres. La mayoría de los casos, ha destacado, permanece sin diagnosticar y, tras la pandemia de Covid-19, el número de personas afectadas se ha duplicado.
Llamamiento a la sociedad
Así, con el acto de hoy, Eman Eskua ha hecho un llamamiento a la unidad del movimiento asociativo, a la colaboración profesional entre los ámbitos sanitario y social, así como al desarrollo de Unidades Multidisciplinares de Atención, «con profesionales formados y comprometidos».
Para concluir, han asegurado que «el 12 de mayo no es una celebración, es un grito de dignidad y justicia», ha subrayado la asociación.