
Certificada la permanencia este domingo, poco más le queda en juego al Bilbao Basket en la recta final de temporada más allá de discernir en qué competición europea podría jugar la próxima temporada. La tranquilidad que se respira en la pista contrasta con la ‘inquietud’ que se vive en los despachos, donde ya se comienza a planificar el próximo curso.
Y es que todo hace indicar que el verano se presenta movido en las oficinas de la entidad bilbaína. Especialmente por la irrupción de un nuevo agente como la NCAA -la liga universitaria de Estados Unidos- que podría poner patas arriba el panorama del baloncesto europeo.
Si el pasado lunes el periodista Chema de Lucas informaba del interés de las universidades de Iowa y Virginia en hacerse con los servicios de Thijs de Ridder, el diario Deia adelanta ahora la posible salida de Rubén Domínguez a los Longhorns de la universidad de Texas.
El tirador gaditano, que llegó el pasado verano procedente del Amics Castelló de la LEB Oro, dejaría un buen pellizco en las arcas del Bilbao Basket ya que tiene un año más de contrato.

Las ‘becas NIL’ asolan al baloncesto europeo y al Bilbao Basket
Cabe recordar que el Bilbao Basket ya ‘perdió’ a un jugador que tenía fichado -el esloveno Fedor Zugic– y que prefirió poner rumbo a la NCAA dejando algo de dinero en las arcas del club.
La aparición de las conocidas como becas NIL parece que alterarán el panorama del baloncesto europeo. Y es que las universidades estadounidenses, además de ofrecer una formación educativa, también ofrecen una cuantiosa cantidad económica en concepto de explotación de derechos de imagen con la que no pueden competir los clubes europeos.
Además de Thijs de Ridder y Rubén Domínguez, Bassala Bagayoko se ha declarado elegible para el draft de la NBA, aunque se antoja improbable que abandone el club este verano.