
Cada vez que el Athletic Club juega en San Mamés, una calle peatonal de Deusto se transforma en un aparcamiento improvisado. La situación, que se repite jornada tras jornada, ha provocado el malestar entre los vecinos, especialmente aquellos con movilidad reducida, quienes ven obstaculizado el acceso a sus viviendas por la invasión de vehículos en zonas destinadas exclusivamente al tránsito peatonal.
Algunos residentes critican la falta de empatía de los conductores, reclamando, con ironía, que “se pongan unas gafas de madera y un bastón” para experimentar en carne propia los obstáculos que generan. Esta ocupación indebida no solo vulnera la normativa de tráfico y convivencia urbana, sino que también compromete la accesibilidad y la seguridad de los peatones.
Un problema de fondo
En paralelo, otros ciudadanos apuntan a un problema de fondo relacionado con las decisiones del Ayuntamiento. Señalan que la política de reducción de plazas de aparcamiento, mediante la ampliación de aceras, la peatonalización de calles sin planificación efectiva, y la implantación de carriles bici mal ejecutados, ha dejado aún menos alternativas para estacionar en la ciudad.
A ello se suma, según denuncian, una OTA más restrictiva, que impone multas con mayor eficacia y sin margen de rectificación inmediata mediante pago reducido, lo que alimenta la percepción de “guerra al vehículo” desde la administración local.
Los vecinos afectados piden soluciones reales que combinen la movilidad sostenible con una gestión razonable del aparcamiento, para evitar que situaciones como esta se normalicen y sigan afectando la calidad de vida en los barrios bilbaínos cada vez que hay partido.