La justicia ha absuelto a Adrián Serna del delito de prevaricación por el que lo investigaban desde hacía ocho años. El anterior regidor, Miguel de Lucio, y una concejala de su equipo lo denunciaron en 2017 a raíz de unos pagos que realizó en marzo de ese año. Serna argumentó desde el principio que esos abonos respondían a un acuerdo «adoptado por una Junta de Gobierno del equipo de gobierno anterior, concretamente el 22 de diciembre de 2016″, antes de que prosperara la moción de censura que le dio la alcaldía.
Aunque la denuncia inicial incluía tres delitos —prevaricación, falsedad documental y malversación de caudales públicos—, dos de ellos fueron descartados en la fase de instrucción. El juicio por prevaricación se celebró en abril en la Audiencia Provincial de Burgos. Ahora la sentencia ratifica que no hubo ninguna irregularidad en su actuación.
Serna ha asegurado en una entrevista en El Madrugador que ha vivido todo el proceso “siempre con mucha calma, con mucha serenidad”. Además ha asegurado que siempre ha estado convencido de que acabaría con su absolución. También ha lamentado la duración del proceso, que ha prolongado durante años la incertidumbre en torno a su situación legal.