
El nuevo edificio que ocupa el solar del antiguo Rimbombín, uno de los restaurantes más emblemáticos de Bilbao, está prácticamente finalizado. La promotora Inbisa ha transformado este espacio cargado de historia en un moderno inmueble residencial de siete alturas, que incluye 28 pisos, 30 parcelas de garaje, 14 trasteros y un solárium comunitario en la azotea.
El inmueble se levanta en el número 48 de Hurtado de Amézaga, frente a la Quinta Parroquia, y conecta directamente con la calle Costa, antes sin salida. Esta conexión peatonal y la nueva arquitectura han cambiado por completo la fisonomía de la zona, una de las principales entradas al centro de la ciudad.
91 años de historia
El edificio original, diseñado en 1918 por Mario Camiña, fue derribado tras el cierre definitivo del Rimbombín, que no logró superar el golpe de la pandemia pese a sus intentos por rejuvenecer la oferta gastronómica. Fundado en 1931, el local fue durante décadas el templo del marisco en Bilbao, con especialidades como el txangurro al horno o el rodaballo de pincho. Su barra y comedor acogieron a generaciones de bilbaínos y visitantes ilustres, entre ellos artistas, toreros y futbolistas.
En un guiño a su legado, Inbisa ha recuperado y protegido dos paneles cerámicos realizados en 1919 por Daniel Zuloaga, inspirados en cuadros de Goya, que ahora decoran el portal del nuevo edificio.
Diseño contemporáneo
Las viviendas, de dos y tres habitaciones, tienen entre 84 y 113 metros cuadrados útiles y se caracterizan por su diseño contemporáneo, eficiencia energética y amplias terrazas que sustituyen a los antiguos miradores.