
Ha pasado un año, dos desprendimientos, y la situación de Peña Angulo, en la carretera BU-550, que une las Merindades, en Burgos, con Bizkaia, sigue sin mejorar. El alcalde del Valle de Mena, José Ranero, ha vuelto a denunciar el «estado deplorable de conservación» de la vía. Por ello, ha solicitado al Gobierno de Castillo y León «una intervención urgente». Y es que, según ha explicado, su estado supone un «peligro constante para los vecinos y para quienes se acercan al valle desde Bizkaia».
Recordemos que desde el primer desprendimiento, hace un año, y el segundo que tuvo lugar en octubre, se ha optado por cortar un carril con un semáforo y recoger los lodos que caen por la ladera. También poner barreras de hormigón que se quedan enterradas bajo el barro. Ranero ha insistido en la necesidad de «una intervención inmediata ya que el paso alternativo podría derivar en un accidente de fatales consecuencias.
Movilidad responsabiliza a una empresa privada de los desprendimientos
La Consejería de Movilidad, según publica el Diario de Burgos, ha reiterado su postura al respecto. Según explica, los derrumbes no se deben a fallos en la vía. Consideran que son consecuencias de intervenciones realizadas en una cota superior al talud, concretamente en la zona donde se ha llevado a cabo el relleno del hueco minero, junto a antigua cantera de Valluerca.
Desde la administración aseguran que ya se ha abierto un expediente en relación con estos hechos. Así, se han enviado dos notificaciones a la empresa propietaria del terreno, aunque ambas han resultado infructuosas. En ellas se instaba a la compañía a restaurar la zona afectada a su estado original.
Mientras tanto, Movilidad no descarta intervenir directamente en la zona afectada. De hecho, se baraja una inversión cercana a los 100.000 euros para acometer las obras necesarias, con la intención de reclamar posteriormente los costes a la empresa a la que se considera responsable del deterioro.