
Este mediodía, la escalinata del Ayuntamiento de Bilbao ha sido escenario de una concentración silenciosa en repulsa por el asesinato de una niña de 13 años en el barrio de Larraskitu, ocurrido esta madrugada. El crimen, enmarcado como un caso de violencia vicaria, ha conmocionado a la ciudad. El acto, encabezado por el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, junto a representantes institucionales del Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Bizkaia, partidos políticos, sindicatos y asociaciones sociales, ha sido una muestra de solidaridad con la familia de la víctima y de firme rechazo a todas las formas de violencia machista.
Juan Mari Aburto «solo nos queda seguir trabajando»
En declaraciones tras el acto, Aburto ha reflexionado sobre la gravedad del suceso: «Hay también preguntas, ¿qué puede pasar para llegar a una situación de estas?», ha expresado, señalando que en este caso «ni desde los servicios sociales, ni desde los servicios policiales, teníamos noticia de que hubiera algún tipo de intervención». El alcalde ha subrayado la necesidad de seguir trabajando con firmeza: «A partir de aquí solo nos queda seguir trabajando, seguir trabajando por la cultura de la igualdad. En las casas, en las familias, en la escuela, en la calle».
Lucha contra la violencia machista
Finalmente, ha lanzado un mensaje de unidad social: «Al final tenemos que, entre todos, construir un lenguaje de igualdad, construir una cultura de igualdad». El Ayuntamiento de Bilbao ha reiterado su compromiso con la lucha contra la violencia machista y ha apelado a toda la ciudadanía a participar activamente en la erradicación de esta lacra social. La violencia vicaria, que instrumentaliza a los hijos e hijas para causar daño a las mujeres, es una de las expresiones más crueles de la desigualdad de género, y desde las instituciones se insiste en la necesidad de actuar desde la prevención, la educación y el apoyo a las víctimas.