
El arte y la sanidad se dan la mano en el decimo aniversario de Opera y +, un programa pionero de humanización hospitalaria impulsado por ABAO Bilbao Opera y el Hospital Universitario de Cruces, con el apoyo de la fundación La Caixa. Este programa tiene como objetivo contribuir al bienestar emocional de pacientes con enfermedades crónicas y sus familiares, a través de un plan de actividades orientadas a aportar conocimientos, disfrute y practica de la música en general y de la opera en particular.
Durante esta década, la iniciativa ha acercado la música a mas de 7.000 pacientes, familias y profesionales sanitarios, a través de 373 actividades realizadas tanto dentro como fuera de hospitales. Conciertos en unidades como Pediatría o Cuidados Paliativos, talleres didácticos, visitas al backstage o canto en directo en la Unidad Neonatal son algunas de las acciones que han marcado la diferencia. Además, cada vez se suman mas unidades, desde sus inicios en 2015 en solo tres unidades médicas, hoy el programa está presente en once. Un crecimiento que refleja el impacto emocional que tiene la música en el entorno hospitalario. «La música ayuda a aliviar y conectar. Es un puente entre emociones y cuidados», señala Aitziber Aretxederra, coordinadora del programa por parte de ABAO.
Con una valoración sobresaliente por parte de los participantes, Opera y + se consolida como un ejemplo de cómo la cultura puede integrarse en la atención sanitaria y mejorar la calidad de vida. «Gracias por ayudarnos a que esta melodía siga sonando dentro y fura del hospital», subraya Luz Marqués, directora gerente de la OSI.
Reforzar el vinculo humano
Lourdes Hernández Álvarez, paciente de medicina interna lleva tres años en este programa: «Me hace olvidar mis problemas un rato». Opera y +, no solo ha llevado la música a los hospitales, ha transformado la manera en que se entiende la atención sanitaria, ha roto silencios difíciles, sembrado consuelo y pequeños espacios de calma en medio de la enfermedad. Esta colaboración entre una institución cultural y el sistema público de salud se ha consolidado como un referente en humanización, demostrando que el arte puede llegar donde los tratamientos no llegan. Lo que nació como una idea pionera es a día de hoy un ejemplo de como dos mundos, que a primera vista pueden parecer muy diferentes, pueden encontrarse para ofrecer algo profundamente humano, acompañar desde la emoción.