
Ni adolescentes ni solitarios. El perfil del gamer vasco ha cambiado radicalmente y hoy tiene rostro adulto: el 87% tiene más de 35 años y el 83% trabaja, según revela la V Radiografía del Gaming en España elaborada por PcComponentes. Lejos de la imagen del joven aislado frente a la consola durante horas, los datos muestran que los videojuegos se integran en una vida activa y plena, con espacio para el ocio digital y las responsabilidades.
Siguen los estereotipos
Aunque la evolución del sector es evidente, los estereotipos aún persisten. Un tercio de la población vasca sigue asociando a los gamers con adolescentes y el 81% de quienes juegan cree que esta imagen sigue presente en la sociedad. Sin embargo, el 83% de los jugadores vascos no se identifica con ese perfil y juega en su tiempo libre, ya sea por ocio, por desconexión emocional o incluso de forma profesional.
Para el 68%, el gaming es su forma de ocio favorita. Un 42% lo usa para combatir el estrés diario, y todos los encuestados aseguran que les ha ayudado a mejorar habilidades como el razonamiento lógico, la toma de decisiones y la coordinación. Uno de cada cinco lo considera un estímulo intelectual.
Actividad inclusiva
El estudio también muestra que el gaming no tiene edad: el 59% lleva más de diez años jugando y el 71% planea seguir haciéndolo al menos otra década. Además, el 61% cree que los videojuegos son una actividad inclusiva y accesible para todos, y casi la mitad lo define como una afición diversa.
En cuanto a plataformas, el ordenador (56%) y la consola (39%) siguen siendo las favoritas, aunque el smartphone gana terreno entre los adultos. En tecnología, los gamers vascos destacan por su prudencia inversora: solo el 22% actualiza su equipo cada año, frente al 56% nacional.