
El Mirandés está a noventa minutos —o quizá alguno más— de escribir la página más brillante de su historia. Tras el 1-0 conseguido en Anduva ante el Real Oviedo, el conjunto de Alessio Lisci viaja al Carlos Tartiere con una ventaja mínima pero de enorme valor. Lo hace con la humildad de siempre, pero con la firmeza de quien se sabe cerca de una gesta única: el primer ascenso del club a Primera División.
El tanto de Alberto Reina en el minuto 3 y la actuación colosal de Raúl Fernández, que detuvo incluso un penalti, alimentan la esperanza de una afición burgalesa que sueña despierta. La ventaja obliga al Oviedo a remar a contracorriente en su propio estadio, que presentará un lleno histórico con más de 30.000 aficionados alentando al equipo azul.
Un duro rival
Los asturianos, sin embargo, no han dicho su última palabra. Con la posible reaparición de Santi Cazorla y el empuje emocional de 24 años sin pisar la élite, el equipo de Luis Carrión buscará darle la vuelta a la eliminatoria apoyado en el alma del Tartiere. Pero esta vez, enfrente no hay un rival cualquiera: hay un bloque compacto, valiente, con jugadores como Urko Izeta, Reina o Hugo Rincón dispuestos a dejarlo todo por una ciudad entera.
El encuentro, que se disputará el sábado 21 de junio a las 21:00 horas, será retransmitido por LaLiga TV Hypermotion y #Vamos. En caso de que el Oviedo gane por un solo gol, habrá prórroga; y si la igualdad persiste, los penaltis decidirán el último billete a la élite del fútbol español.

En un año donde la ilusión ha desbordado los límites de Anduva, el Mirandés que arrancó la pretemporada sin poder presentarse a un amistoso por falta de efectivos, ahora se planta en el Tartiere con un mensaje claro: quieren hacer historia, y están dispuestos a pelearla hasta el último suspiro. Porque a veces, el corazón también gana partidos. Y esta vez, Miranda entera juega. ¡Y vaya si juega!