
El barrio de Repélega, en Portugalete, mantiene viva su tradición de honrar al patrón de los conductores, San Cristóbal, con una emotiva ceremonia que congrega cada 10 de julio a decenas de vehículos. Este ritual, que antaño atraía sobre todo camiones, sigue hoy por hoy reuniendo coches particulares, motos, bicicletas, ambulancias e incluso autocaravanas.
Una costumbre que perdura
Aunque hoy acuden menos vehículos que en décadas pasadas, la esencia de la tradición sigue intacta. Decenas de personas, vecinos y conductores particulares han participado con entusiasmo, manteniendo viva esta cita anual que refuerza la identidad y el espíritu comunitario de Repélega.
Así, esta competente muestra de arraigo popular no solo honra a un santo, sino que también subraya el vínculo festivo y cultural del barrio con el mundo del transporte.