
Un hombre de 60 años ha logrado que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) reconozca su derecho a una pensión de 3.126,83 euros al mes. Esto después de una larga lucha con la Seguridad Social, que le había denegado la pensión inicialmente, a pesar de haber cotizado durante 33 años y sufrir secuelas de la poliomielitis desde su infancia.
El hombre solicitó la jubilación anticipada en 2020, basándose en un Real Decreto que favorece a personas con discapacidad. Sin embargo, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) rechazó su solicitud, alegando que no cumplía con algunos requisitos, como los días de cotización exigidos. También negó que la discapacidad derivada de la poliomielitis tuviera derecho a un “cociente reductor” que aumentara su pensión.
Respaldo de los tribunales vascos
Tras recurrir la decisión en los tribunales, el TSJPV respaldó su caso, considerando que la discapacidad relacionada con la poliomielitis sí debía ser tenida en cuenta, a pesar de que el aumento de su grado de discapacidad se dio en 2013, debido a otras patologías.
Como resultado, el hombre no solo recibirá la pensión mensual de más de 3.000 euros, sino que también se le abonará un pago retroactivo de 113.000 euros por los tres años que duró el proceso judicial.