Anoche, Yurena brilló en la txosna Pinpilinpauxa pero antes se sentó frente a Joseba en el especial de Aste Nagusia de TeleBilbao. La artista habló con franqueza de su carrera, sus amistades, su vida familiar y sus experiencias amorosas, revelando momentos difíciles y su lado más humano.
Durante la entrevista, Yurena recordó la polémica de 2001 en Santurce, cuando una actuación se vio truncada por el lanzamiento de botellas, huevos y pintura. “Automáticamente, si no me voy de allí, me matan”, explicó, describiendo cómo ella y su madre sufrieron aquel episodio, que dejó una marca profunda en ambas.
La cantante también habló sobre la imagen que los medios de comunicación han proyectado de ella, calificando algunos años como “nefasta”. A pesar de las críticas, Yurena mantiene una visión clara de su trayectoria y afirma que nunca volvería a usar su nombre artístico Tamara: “Jamás, ni aunque me paguen”.
En un tono más íntimo, la artista destacó la importancia de la familia, especialmente de su madre, y cómo estas relaciones han moldeado su vida: “He llorado más por mi madre que por mí”. Además, compartió sus criterios para la amistad: prefiere la calidad a la cantidad.
Yurena también abordó su papel en la reciente serie biográfica, valorando la producción pero puntualizando que algunos detalles, como la caracterización de su madre, no reflejaban la realidad. Sobre la ficción y su vida, aseguró: “Yo cuento mi vida y nunca tuve acceso a los guiones”.
Yurena demostró su honestidad, su profesionalidad y su capacidad para enfrentar adversidades, dejando claro que, más allá de los escándalos, sigue siendo una artista valiente y luchadora, fiel a sí misma.
