
Los vecinos de Marzana volverán a alzar la voz esta noche, a las 21:00 horas en el muelle, hartos del ruido constante que sufren durante Aste Nagusia. Denuncian una situación que califican de “insufrible”, provocada —según ellos— por el propio Ayuntamiento de Bilbao, al permitir la colocación de altavoces desde las 16:00 hasta las 04:30 horas, lo que, aseguran, les impide dormir y descansar con normalidad.
Algunos vecinos afirman tener un altavoz instalado a menos de un metro de sus casas, y critican que todo esto responde a un único interés: el beneficio económico de los bares de la zona. “Nos están sacrificando por el lucro ajeno”, sostienen en un comunicado difundido públicamente.
Un problema que no es nuevo
No es un conflicto nuevo. En julio, varios residentes ya denunciaron el ruido nocturno mediante pancartas colocadas en sus viviendas, exigiendo su derecho al descanso y solicitando al Ayuntamiento medidas de control inmediatas para hacer cumplir la normativa municipal sobre ruidos.
Los vecinos subrayan que el problema se agravó tras la pandemia, con la instalación masiva de terrazas, lo que, según indican, ha ido deteriorando su día a día