
La protestas propalestinas han obligado a suspender la llegada de la etapa de la Vuelta a Bilbao.
La decisión se ha tomado cuando quedaban unos pocos kilómetros para cerrar la carrera. Después de disfrutar del ambiente deportivo en puntos emblemáticos como Pike bidea se ha optado por no llegar a la Gran Vía. La parada ha sido tres kilómetros antes donde se han tomado los tiempos. Bilbao no tendrá ganador de etapa. Los ciclistas han parado a las alturas del Euskalduna y de ahí se han ido a San Mamés a sus camiones.
El Alcalde de Bilbao ha preferido dejar las declaraciones para este hecho que afea los esfuerzos de la Ciudad, para mañana.
La Gran Vía fue el escenario de una manifestación a favor de Palestina desde las 16.00 de la tarde, poco antes del primer paso del pelotón por la Villa. Los 500 metros que separan Sagrado Corazón de la meta, instalada a la altura del Parque Doña Casilda estaban plagadas de banderas palestinas y el grito «Boicot Israel, Palestina askatu» fue la melodía más escuchada de la tarde.
Todo se enturbió cuando el grupo de escapados se disponía a atravesar la meta por primera vez. Un grupo de manifestantes intentó forzar las vallas para saltar a la carretera y lanzó octavillas denunciando el «genocidio de Israel» en Palestina.
Protestors tried to force the barriers and invade the road on the finish line. They were stopped and peloton passed – for now – safely#LaVuelta25 pic.twitter.com/jbnlYy7onr
— La Flamme Rouge (@laflammerouge16) September 3, 2025
La Ertzaintza no tardó en acudir al lugar de los hechos y varios agentes se situaron delante de las vallas para tratar de aplacar los ánimos. Las protestas contra Israel y a favor de Palestina continuaron, e incluso se intensificaron puesto que no paraba de llegar gente.
Finalmente, y después de que en Pike Bidea un manifestante con un cartel intentase interrumpir a los ciclistas, la organización de la carrera tomó la decisión de que se tomasen los tiempos a tres kilómetros de meta. Tanto los coches como los ciclistas regresaron a ritmo de paseo por el puente del Euskalduna hasta la explanada de San Mamés, donde se encontraban los autobuses de los equipos.
Todo hace indicar que esta medida se pactó en la reunión que representantes del pelotón llevaron a cabo antes de la salida.
