
No fue un anabolizante ni un suplemento milagroso. La canrenona, el compuesto que ha provocado el positivo de Yeray Álvarez, es el metabolito activo de la espironolactona, un diurético de uso clínico. Su función principal es ayudar al cuerpo a eliminar el exceso de agua y sodio, por lo que se emplea habitualmente en tratamientos de hipertensión, insuficiencia cardíaca y retención de líquidos.
En medicina deportiva o en controles antidopaje, la canrenona entra en la lista de sustancias prohibidas porque puede enmascarar otros compuestos en la orina. No mejora la fuerza, la resistencia ni la velocidad, pero su presencia en un análisis requiere investigación para confirmar si se trata de un consumo intencionado o accidental.
Error humano
El defensa del Athletic ha explicado que todo fue un error involuntario: la pastilla era de su pareja y él pensó que contenía exactamente lo que necesitaba. “Cuando fui a tomarme una de las pastillas que tomo por las noches, me di cuenta de que se habían acabado. Fui a buscar el bote de repuesto y tampoco lo tenía. Fruto del estrés decidí tomar la pastilla de mi pareja pensando que tenía exactamente lo mismo que la mía”, aseguró.
Más allá de la polémica, el central de Barakaldo ha recibido mensajes de apoyo de compañeros y aficionados, recordando que el respaldo del vestuario y de la grada también es clave para afrontar estos baches con la cabeza alta.