
Agentes de la Compañía Fiscal y de Fronteras del puerto de Bilbao sorprendieron a un camión cisterna vertiendo entre 3.000 y 5.000 litros de un líquido oscuro sobre el terreno de la zona restringida del puerto. El fuerte olor a combustible y la sospecha de toxicidad hicieron que los agentes intervinieran de inmediato, ordenando la suspensión de la actividad y recogiendo muestras del líquido y del vehículo.
Un delito ambiental
La Guardia Civil identificó al conductor y a los operarios, así como al responsable de la empresa. Las muestras se enviaron al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, que confirmó la presencia de hidrocarburos, lo que indica que el vertido podría causar graves daños al medio natural.
La Fiscalía del Medio Ambiente ha presentado una denuncia al constatar indicios de un presunto delito ambiental, subrayando los riesgos de los vertidos ilegales: contaminación de suelos y acuíferos, afectación a la biodiversidad y posibles problemas de salud para las personas. La Guardia Civil recuerda que proteger el medio ambiente es proteger la vida y la salud de todos.