
A pesar de que hace ya una semana que arrancó el curso escolar, Josu, un niño de 7 años con movilidad reducida de Plentzia, sigue sin contar con el servicio de transporte adaptado para acudir cada día al colegio. En junio el Gobierno Vasco comunicó a sus padres que este curso iría a en un autobús adaptado pero, de momento, no saben nada más.
Como decimos, la situación se remonta a hace tres meses cuando desde la escuela se informó a la familia de que el Gobierno Vasco planeaba cambiar el medio de transporte del niño: de un taxi adaptado con acompañante a un autobús adaptado. Hasta entonces, Josu, que tiene una parálisis cerebral y necesita una silla de ruedas, había utilizado un taxi con apoyo individualizado que le trasladaba y le acompañaba hasta la fila de entrada del centro, Plentzia Eskola.
La sorpresa llegó a principios de septiembre, cuando la escuela comunicó a la familia que ni el transporte ni el acompañante habían sido autorizados aún por el Ejecutivo Vasco, por lo que el alumno se quedó sin transporte escolar el primer día de clase. Gracias a la rápida actuación de Plentzia Eskola, que facilitó un taxi adaptado, el pequeño ha podido acudir al colegio acompañado por su madre, Izaskun, quien ha explicado que se sienten «totalmente abandonados por el Gobierno Vasco. No se han firmado los papeles necesarios, las autorizaciones…. El caso es que el resto de chavales están yendo a la escuela desde el primer día, o bien en autobús, en taxis, o taxis adaptados, y ellos sí pueden ir a la escuela, pero a mi hijo le han privado de ese derecho«.
Sin respuesta oficial
A día de hoy los padres siguen sin respuesta oficial. Desde el centro afirman tener grandes dificultades para contactar con los responsables del Gobierno Vasco y, cuando lo han conseguido solo han recibido respuestas ambiguas como que “el tema está sobre la mesa”.