
“A mí no me ha avisado nadie y a mi pareja tampoco”, lamentaba en redes sociales Raúl Hernández, uno de los afectados por el cierre de Autoescuelas Jesús, que tras más de medio siglo de actividad ha echado el cierre a sus centros de Gallarta, Sestao y Barakaldo.
“Como hizo Dentix: dejar tirado a todos y seguir pasándote la factura. Nadie nos avisó de que iban a cerrar y esto ha perjudicado a muchas personas”, añadía Rutty Gómez, otra de las voces críticas.
Los testimonios se multiplican. Una usuaria anónima relataba que se matriculó en marzo en Gallarta, y que desde mayo intentó sin éxito ponerse en contacto con la autoescuela: “En julio me respondieron desde Barakaldo diciendo que el dueño se jubilaba y que se asociaban con otra, pero cuando pregunté qué pasaría con los que ya habíamos pagado, la respuesta fue que no sabían nada. A día de hoy, todos los teléfonos están desconectados, he ido a Sestao y todo está cerrado».
David Escudero denunciaba exactamente lo mismo: llamadas constantes sin respuesta, sedes cerradas y teléfonos desconectados. Y Ana Sánchez Cano se preguntaba en voz alta cómo es posible que, si ya sabían que iban a cerrar por jubilación, en junio siguieran pidiendo adelantos de hasta 500 euros por clases prácticas.
Desde Radio Nervión hemos podido comprobar in situ que en la autoescuela de Barakaldo no hay ningún cartel que informe del cierre ni de las alternativas para los alumnos, pese a que la dirección asegura que se han colocado avisos en todas las oficinas.

Entre la jubilación y las dudas de los alumnos
La versión de la familia es distinta. Jesús, fundador de la autoescuela con 75 años y dos infartos a sus espaldas, asegura que se trata de un cierre obligado por motivos de salud. Su hijo, también profesor y dueño de otra autoescuela, insiste en que no quieren dejar a nadie tirado: “Se han puesto carteles en todas las oficinas y desde agosto se está llamando de forma individual a cada afectado. Lo que pasa es que hay entre 30 y 40 personas a las que no conseguimos localizar porque no responden al teléfono”.
La solución que ofrecen es que los alumnos continúen en Autoescuela Diesel, el centro gestionado por el hijo de Jesús, respetando el dinero que ya han abonado. Sin embargo, muchos afectados aseguran que ni han recibido llamadas ni información oficial sobre este traspaso, lo que aumenta la sensación de desamparo.
La advertencia de la OCU
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierten que los alumnos tienen derecho a pedir la devolución del dinero y no están obligados a aceptar la propuesta de continuar en otro centro. Además, recomiendan comunicar por escrito a la autoescuela lo abonado y, en caso de haber financiado el pago con un banco, solicitar la anulación del préstamo.
Por ahora, lo que queda claro es que muchos clientes siguen sin tener noticias directas y sin certezas de qué va a pasar con el dinero adelantado. “No podemos confirmar que no quieran devolver la pasta, pero tampoco se han puesto en contacto con nosotros”, resume uno de los afectados.