
Todo el culebrón relacionado con el fichaje de Aymeric Laporte era, sin duda, uno de los temas a tratar en la rueda de prensa de Jon Uriarte y Mikel González de este jueves.
El presidente del Athletic Club desgranó, con pelos y señales, todo lo relacionado con el fichaje del central, así como de los distintos vaivenes que se ha sufrido por la sanción de Yeray y la lesión de Unai Egiluz. Esta ha sido la explicación completa del dirigente rojiblanco
«Nos situamos en el 15 de mayo, que es cuando finalizaba la opción de ampliar el vínculo de Egiluz. Teníamos tres centrales en propiedad y queríamos contar con cuatro para la próxima temporada, así que había que fichar a una persona. Como había que afrontar el mayor reto del Athletic en su historia, considerábamos que necesitábamos experiencia. Unai Egiluz había cho una temporada impresionante en el Mirandés, pero considerábamos que necesitábamos a alguien más experimentado y decidimos no prolongar su contrato y decantarnos por las dos opciones que había en el mercado: o Laporte o Unai Núñez«.
«Días después, el Athletic conoce el positivo de Yeray, pero no lo que sabemos ahora. La información la fuimos recibiendo en las próximas semanas o meses. Ahora teníamos dos centrales operativos y un central que no sabíamos cuándo iba a estar operativo, además de la opción de fichar a alguien más. Nos movimos rápido, y consideramos que bien, y Unai Egiluz apuesta por el Athletic a finales de junio, firmando un nuevo contrato».
«En el mes de junio había que tomar la opción entre Unai Núñez y Laporte. A los que nos digan que por qué no fichamos a los dos, era imposible y no era lo correcto. Seguíamos teniendo tres centrales operativos con Egiluz… No tenía sentido ir a por un quinto central, aunque hagamos muchas bilbainadas. Eso no era responsable, en algún momento nos íbamos a plantar con seis centrales. Encima eran dos operaciones en las que había que invertir. En el club se toma la opción de Laporte, porque todos los indicios nos habían hecho llegar que era una operación factible. Y el jugador nos dijo que solo quería estar aquí y que Al Nassr quería prescindir del jugador».
«El 24 de julio Unai Núñez firma por el Hellas Verona y días después, Egiluz se lesiona. Volvíamos a tener dos centrales operativos, uno lesionado y otro pendiente de sanción. Aquí las opciones de mercado se habían reducido muchísimo. Analizamos y se va a muerte por la vía de Laporte. Y, frente a las otras opciones que había en el mercado, había que apostar por el talento del Bilbao Athletic. Esta opción, por diversos factores, es mejor que salir al mercado».
«No dejamos todo para el último momento, en julio y agosto no estuvimos parados, se produjeron negociaciones entre las tres partes. Lo que sucedió, que no podíamos anticipar, es que en Al Nassr se produjo una revolución y despidieron a todos los ‘decisores’ del club, a todas las personas con las que habíamos ido hablando. Y en agosto fueron entrando los reemplazos. Durante esos días, avanzar en la operación fue complicado y no sabíamos cómo podríamos haberlo desbloqueado. Al Nassr es propiedad del fondo soberano saudí, gestiona más de 900.000.000.000 de dólares, así que esta operación no es la más relevante. Tienen otras cosas en las que pensar».
«La posición del club nunca fue inmovilista. En un momento dado se ofreció más dinero para tratar de acelerar y desbloquear la operación. A través de ese gesto se consiguió».

Todo lo que sucedió con el fichaje de Laporte el 1 de septiembre
Asimismo, también detalló lo que sucedió el 1 de septiembre, fecha en la que se cerró el mercado y todos los días posteriores, en los que el Athletic y sus servicios jurídicos recurrieron a la FIFA.
«Esto no es algo excepcional, aunque en el Athletic no estamos habituados a este tipo de operaciones. Este año hemos tenido dos: la salida de Unai Vencedor y el caso Laporte. Esto no sucede por dejadez o porque estábamos en la playa tomando el sol. Sucede porque la vida es así. Hay operaciones que, por diversos motivos, se van dilatando. Y en el mundo del fútbol es normal dejar operaciones abiertas porque hay un efecto dominó. Y hay piezas que caen el último día de mercado».
«A las 18:47, se remiten los contratos de transferencia y trabajo a las otras partes (Laporte y Al Nassr). Casi dos horas después, Al Nassr nos dijo que quería trabajar en su propio borrador de contrato y envió un contenido con su propio modelo de contrato. El equipo jurídico hizo un trabajo de la pera, y para no dilatar de la operación, aceptamos trabajar con ello y nos pusimos a revisar y les mandamos comentarios. El típico partido de tenis. A las 21:25 se llega a un acuerdo y Al Nassr nos dijo que iba a remitir la última versión del contrato con un cambio mínimo, que era introducir un párrafo. Hora y pico después llega al Athletic la versión final, con ese cambio. Hay que revisarlo, se firma y el Athletic, a las 23:05 manda al jugador y al club los contratos y a las 23:52 los recibimos firmados. Teníamos siete minutos para meterlo en el sistema. A todo correr subimos la documentación al TMS de la FIFA (a las 23:57) y Al Nassr no subió la documentación. A las 00:51 confirmó la transferencia en TMS y a la 01:21 la RFEF solicitó el CTI».
«El 3 de septiembre el Athletic recibe la notificación de que la FIFA deniega la excepción de validación. Es algo habitual, se hace para cualquier club que cumpla una serie de circunstancias. Fue otro día frenético. El Athletic envió las primeras alegaciones esa noche a la resolución de la FIFA. Tenían hasta quince días para tomar su decisión. Durante todo este tiempo, los servicios jurídicos del club, liderados por el director general y con un equipo jurídico externo, revisan todas las operaciones con excepción de validación, también las resoluciones del TAS y se amplía el escrito de alegaciones, que se mandaron el 10 de septiembre. Al día siguiente, recibimos la resolución valorable de la FIFA».
Por último, Uriarte ha querido defenderse de las críticas que han recibido por todo lo relacionado con esta operación: «Por parte del club hemos sufrido bastante. Ha habido ciertas cosas, sobre todo en redes sociales, que consideramos ataques injustificados. Se nos ha tachado de mil cosas, que si somos unos paquetes, ridículo histórico… Mil cosas. Sé que vivimos en la sociedad de la inmediatez, pero si no se tiene la información y es algo que está en curso, creemos que hay que ser más comedido».