En Cruces lo echarán de menos. Ha muerto a los 92 años Martín Hormaeche, sacerdote que dedicó más de tres décadas al frente de la parroquia de La Paz en Cruces. Nacido en Cuba en 1932, Hormaeche fue ordenado presbítero en 1959, y su vida estuvo marcada por su cercanía a la comunidad y su profundo sentido de servicio. A lo largo de su carrera, pasó por varias parroquias, pero fue en Cruces donde dejó una huella imborrable.
La Diócesis de Bilbao publica hoy su fallecimiento y el que califica como un presbítero “siempre dispuesto a ayudar a la comunidad”. Dicen también de él que tenía una «mente privilegiada», y que le gustaba mucho el deporte.
Desde su llegada en 1977, Martín fue una figura clave, destacándose no solo por su labor pastoral, sino por su compromiso social y cercano, siempre presente en las calles y en las vidas de los vecinos. Durante su tiempo como párroco, se ganó el cariño y el respeto de todos, siendo más que un líder religioso, un verdadero guía y amigo.
Espíritu de servicio a la comunidad
Tras su jubilación en 2006, Hormaeche continuó involucrado con la parroquia hasta que su salud se lo permitió. Sus últimos años los pasó en el Hogar sacerdotal de San Vicente y, posteriormente, en la residencia de la Misericordia. Aunque retirado, su espíritu de servicio nunca dejó de estar presente en la comunidad.
El 22 de septiembre, a las 19:00 horas, se celebrará su funeral en la iglesia de San Vicente Mártir de Abando para rendirle un homenaje y darle el último adiós. Martín Hormaeche deja un legado de compasión, dedicación y memoria, siendo recordado como un hombre siempre dispuesto a ayudar, un consejero sabio y un pilar fundamental para todos los que le conocieron.
