
La polémica marcó el partido entre Valencia y Athletic en Mestalla por la expulsión de Dani Vivián en el minuto 61. El defensa rojiblanco derribó a Santamaría cerca del área y el árbitro Miguel Ángel Ortiz Arias señaló inicialmente tarjeta amarilla. Según explicó después Mikel Vesga en zona mixta, el colegiado les había dicho que no era falta clara y que por el otro lado llegaba Areso.
Sin embargo, la decisión cambió cuando el árbitro de VAR, Valentín Pizarro Gómez, recomendó una revisión. «Te recomiendo una revisión para que valores una potencial tarjeta roja por ocasión manifiesta de gol», transmitió desde la sala de vídeoarbitraje. Ortiz Arias acudió entonces al monitor para analizar las imágenes.
🗣 AUDIO REVISIÓN VAR
🗓 Jornada 5 | Primera División
⚽ @valenciacf 🆚 @AthleticClub | 58′#ArbitrajeRFEF | @CTARFEF pic.twitter.com/p12VSbh7W4
— RFEF (@rfef) September 20, 2025
Desde la sala del VAR le mostraron distintos ángulos de la jugada, incluida la cámara de fuera de juego para apreciar la distancia entre los jugadores y comprobar si Areso podía llegar a la cobertura. En ningún momento se cuestionó la existencia de la falta —un punto en el que Vivián insiste en que no hubo infracción porque tenía el pie en el suelo—, sino si se trataba de una ocasión clara de gol.
Tras unos segundos de visionado, el colegiado decidió cambiar su decisión y sustituir la amarilla por roja directa. Buscó a Vivián, que seguía en la zona del área, y le mostró la expulsión. «Ni falta, es una vergüenza», protestó el jugador camino del vestuario.