Tras 31 años conduciendo Bilbobus, la mayor parte en la línea 58 Monte Caramelo–Atxuri, Antonio López se despide del volante. Su compañero y amigo Coyote, con quien ha compartido tantas madrugadas y trasnoches, ha querido rendirle un emotivo homenaje.
“Antonio es un gran compañero y mi mejor amigo en la empresa”, dice Coyote. “Siempre ha sido un poco tímido y callado, pero a la hora de echar una mano era el primero en ofrecerse. Es un compañero de la vieja escuela que ha luchado mucho por sus derechos”.
Deportista en sus ratos libres
A sus 63 años, Antonio no solo se distingue por su profesionalidad: es un triatleta reconocido en España y participa en la categoría de veteranos. “En su categoría de mayores de 60 años está entre los tres mejores del país”, cuenta Coyote. “Con el trabajo que tenemos, madrugando y trasnochando, es todo un mérito”.
Coyote destaca también su lado más cercano: “Es muy familiar y por sus nietos se muere”. Y reconoce que estos últimos meses no han sido fáciles para Antonio, que ha tenido que estar de baja por unos derrames graves en su ojo justo al final de su vida laboral.
“Será recordado durante mucho tiempo entre nosotros”, concluye Coyote. “Es de los compañeros más profesionales que conozco. Es realmente mi amigo, no solo compañero”.
Con su retirada, Antonio López deja tras de sí no solo miles de viajes realizados con puntualidad y compromiso, sino también el ejemplo de un trabajador solidario, deportista incansable y amigo leal.
