
Hoy se ha presentado en el Ayuntamiento de Portugalete un proyecto innovador y con mucho corazón: GANDIK, una iniciativa que busca tender puentes entre dos mundos que a veces caminan por separado —el del pequeño comercio y el de la juventud— pero que tienen muchísimo que aportar el uno al otro.
La idea es tan simple como potente: impulsar la digitalización del comercio local al mismo tiempo que se refuerzan las competencias digitales de los jóvenes. Es decir, que los y las jóvenes se conviertan en aliados digitales de los comercios de su entorno. Un «tú me enseñas, yo te impulso» que tiene como objetivo que el comercio local no se quede atrás en un mundo cada vez más digital.
Experiencia piloto
Portugalete será uno de los dos municipios —junto a Beasain— donde se pondrá en marcha este curso 2025-2026 como experiencia piloto, de la mano de la Dirección de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno Vasco y la Fundación PUNTUEUS.
La presentación ha contado con rostros clave del territorio y del propio tejido comercial: la alcaldesa María José Blanco, el consejero de Comercio, Javier Hurtado, la concejala de Comercio, Estibaliz Freije, y el director de PUNTUEUS, Josu Waliño, además de comerciantes y representantes de centros educativos.
Durante el acto, el consejero Javier Hurtado ha puesto el foco en los dos grandes retos del pequeño comercio: la digitalización y el relevo generacional. Y es que, como ha subrayado, para que el comercio local no solo sobreviva, sino que gane fuerza, necesita hacerse más visible en internet y conectar mejor con las nuevas generaciones.
2 de cada 3 comercios no tiene página web
Y para entender la urgencia del proyecto, basta con mirar los datos: un estudio reciente elaborado por PUNTUEUS a partir de Google Maps muestra que solo un 31% de los comercios de Portugalete tienen página web activa. Eso significa que dos de cada tres comercios no tienen aún presencia real en internet, una barrera enorme en tiempos donde lo digital marca el paso.
Con GANDIK, Portugalete no solo apuesta por modernizar su comercio, sino también por crear vínculos reales entre generaciones, por acercar a jóvenes y comerciantes, por poner en valor lo local con herramientas del presente.