Los trabajadores de Petronor arrancan una huelga indefinida en la refinería de Muskiz. ¿El motivo? La obligatoriedad de usar unos nuevos vestuarios situados a la entrada del complejo, que, según denuncian, les obliga a trabajar más tiempo sin compensación.
La plantilla lo ve claro: cambiarse y desplazarse hasta el puesto de trabajo les supone minutos de más… y eso, dicen, es tiempo de trabajo que no se paga. La protesta ha sido respaldada por la mayoría de los trabajadores y cuenta con el apoyo de los sindicatos UGT, CCOO, TU y ELA, que se han unido en este pulso a la dirección.
La empresa dice que la huelga es «desproporcionada»
Desde la empresa aseguran que la medida solo busca mejorar la seguridad, con una inversión de 6 millones de euros en las nuevas instalaciones, y que los desplazamientos internos se realizan con lanzaderas cómodas y seguras. Aun así, califican la huelga de «desproporcionada e injustificada».
Pero para la plantilla, el enfado va más allá del vestuario: sienten que se ha roto el equilibrio entre trabajo y derechos, y lo van a hacer notar. La refinería arranca así un conflicto sin fecha de finalización… y con mucho en juego.