
El Ayuntamiento de Durango ha aprobado una nueva ordenanza que prohíbe el consumo de alcohol en la vía pública cuando no provenga de establecimientos autorizados, con sanciones que van desde 100 hasta 1.000 euros. Esta medida busca proteger la salud pública, respetar el entorno urbano, garantizar el descanso de los vecinos y promover una convivencia pacífica en la localidad. La ordenanza fue apoyada por PNV, PSE y PP, mientras que EH Bildu y Herriaren Eskubidea votaron en contra.
La normativa, que responde a un proceso participativo donde el 86% de los participantes respaldó la regulación, prohíbe expresamente los botellones, aunque se permitirá el consumo en espacios como Goienkale, siempre que no se formen concentraciones masivas de consumo. El equipo de gobierno ha destacado que las multas recaudadas se destinarán a financiar programas de ocio para jóvenes y campañas de sensibilización sobre el consumo responsable de alcohol.
Urgencia de la regulación
Los grupos a favor de la ordenanza, como PNV, PSE y PP, subrayan la urgencia de esta regulación para evitar conflictos en zonas como la plaza Matute y el pórtico de Santa María, que han sido puntos habituales de botellón. Sin embargo, Herriaren Eskubidea y EH Bildu criticaron la medida por considerar que se basa en sanciones y que no aborda suficientemente la educación y la convivencia. EH Bildu además cuestionó el proceso participativo y pidió que se focalice en problemas concretos, como los que se dan en el pórtico de Andra Mari.
Ambiente más seguro
Con esta nueva regulación, Durango busca mejorar la calidad de vida de sus vecinos y promover un ambiente urbano más seguro y respetuoso, combatiendo el consumo excesivo de alcohol en la vía pública y sus consecuencias negativas para la comunidad.