La Escuela de Aprendices de Sestao, uno de los edificios más emblemáticos del patrimonio industrial del municipio, comenzará su transformación este noviembre tras adjudicarse las primeras obras de rehabilitación. La actuación, financiada en gran parte con fondos europeos Next Generation (3 millones de euros sobre un total de 3,4), se centrará en la renovación de fachadas, cubierta y ventanas, así como en la mejora energética del edificio.
Este inmueble, con más de 6.000 m² repartidos en seis plantas, fue construido entre 1938 y 1940 por Altos Hornos de Vizcaya y formó a generaciones de sestaoarras que después trabajaron en la acería. Desde 2022 es propiedad del Ayuntamiento, que ha diseñado un plan de rehabilitación en tres fases para darle una nueva vida. Esta primera intervención incluirá también su conexión con el sistema de calefacción urbana de Txabarri (District Heating) y la instalación de placas solares en cubierta.
Valor simbólico y emocional
Además de su valor arquitectónico, la Escuela de Aprendices tiene un enorme peso simbólico y emocional para la villa. Durante décadas fue un motor de formación y empleo, y ahora busca volver a serlo, como parte de un proyecto de regeneración que pretende convertir el edificio en un espacio vivo que dinamice el barrio de Txabarri, impulse la actividad económica y cree nuevas oportunidades de empleo.
Posibles proyectos
Desde el Consistorio se trabaja ya en cuatro posibles proyectos para dotar de contenido al edificio una vez reformado, con el objetivo de que la Escuela vuelva a ser sinónimo de futuro, innovación y comunidad.
Una apuesta ambiciosa y necesaria, que mezcla memoria, sostenibilidad y desarrollo local, y que marca el inicio de una nueva etapa para uno de los espacios con más historia de Sestao.
