
El Sindicato Profesional de la Ertzaintza (Si.P.E.) ha denunciado públicamente un nuevo “desastre organizativo” en el operativo policial desplegado en Vitoria durante los disturbios ocurridos el 12 de octubre, coincidiendo con la movilización convocada por Falange Española. En un comunicado contundente, el sindicato acusa a la cúpula del Departamento de Seguridad de una gestión ineficaz y políticamente condicionada, que habría dejado a los agentes sin medios suficientes y en una situación de vulnerabilidad frente a los incidentes.
Falta de previsión
Según el Si.P.E., la falta de previsión, la escasez de personal y la deficiente coordinación expusieron tanto a los ertzainas como a la ciudadanía a un riesgo innecesario. El sindicato sostiene que hubo órdenes directas desde la cadena de mando —en concreto, del jefe de Brigada— que impidieron a los agentes intervenir con la contundencia necesaria, a pesar de la gravedad de la situación. Acusan a la dirección de anteponer la imagen política y mediática a la seguridad operativa.
Protección a los mandos
Además, el Si.P.E. denuncia que ni la Unidad Disciplinaria ni el Viceconsejero de Seguridad han promovido investigaciones internas ni asumido responsabilidades en situaciones anteriores similares, como ya ocurrió durante el dispositivo de la Vuelta a España. A su juicio, existe una protección sistemática hacia los mandos, una cultura de impunidad y una falta de autocrítica que pone en riesgo el trabajo diario de los agentes.
El sindicato reclama una revisión urgente de la estructura de mando, una dotación real de medios humanos y materiales, y exige dimisiones inmediatas entre los responsables políticos y operativos que, según afirman, han demostrado una “incapacidad persistente” para garantizar la seguridad y el funcionamiento eficaz de la Ertzaintza.