Bilbao estrena una nueva conexión urbana con la reciente apertura del vial que une Hurtado de Amézaga con General Concha, gracias a la transformación del antiguo callejón Costa. Esta intervención, ya en funcionamiento, supone un importante cambio en la fisonomía del centro de la ciudad. Además mejora significativamente la movilidad peatonal en una de las zonas con mayor densidad de tránsito.
El solar de la marisquería Rimbombín
El vial ha sido habilitado tras la finalización de las obras de la nueva promoción residencial levantada por Inbisa frente a la iglesia de la Quinta Parroquia. Concretamente en el solar que durante décadas ocupó la histórica marisquería Rimbombín. La apertura coincide con la entrega de las 28 viviendas construidas, en un proyecto que ha contado desde el principio con una estrecha colaboración entre la promotora y el Ayuntamiento de Bilbao.
La operación urbanística no solo ha supuesto la desaparición del callejón Costa –que ha perdido además su condición de «particular» y su propio nombre–, sino que ha permitido dar continuidad a dos de los principales ejes del Ensanche. Para ello, fue necesario ejecutar un corte parcial en el edificio del número 48 de Hurtado de Amézaga. Una acción contemplada en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
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Adios a un callejón un poco ‘tétrico’
La intervención ha eliminado uno de los fondos de saco más oscuros y menos transitables de la capital vizcaína. El nuevo vial se ha diseñado como una plataforma de preferencia peatonal, manteniendo un equilibrio entre el tránsito vecinal y la circulación controlada de vehículos. Solo podrán acceder al paso los conductores con garaje en la zona, tanto residentes antiguos como los nuevos propietarios. Además , la circulación se limitará a una única dirección de salida hacia General Concha.
La apertura de este tramo no solo mejora la conectividad en el corazón de Bilbao, sino que reordena y revitaliza un entorno urbano que durante años había quedado relegado. La transformación del callejón Costa en un nuevo eje abierto y accesible es ya una realidad tangible en la ciudad.
