Hoy, 23 de octubre de 2025, se cumplen 45 años de la mayor tragedia escolar ocurrida en Euskadi. Aquel jueves de 1980, una explosión de gas en el colegio público Marcelino Ugalde de Ortuella segó la vida de 50 niños y niñas de entre cinco y seis años, junto a dos profesores y una cocinera. Un total de 53 víctimas que aún hoy duelen en la memoria colectiva de la localidad minera de la Margen Izquierda.
Escenas de horror
El estallido, provocado al prender un soplete sobre una bolsa de gas propano acumulada bajo las aulas, se escuchó a varios kilómetros. Las escenas posteriores fueron de horror y desesperación. Madres y padres corrían descalzos cuesta arriba hacia el colegio, dejando atrás sus zapatillas mientras buscaban a sus hijos entre los escombros.
El funeral, celebrado al día siguiente bajo una intensa lluvia, reunió a unas 10.000 personas en una nave industrial de Talleres Noguera. La localidad entera —y con ella, todo el país— se tiñó de luto. La tragedia desató además un profundo debate sobre el abandono de la escuela pública y las precarias condiciones de seguridad en los centros educativos de la época.
Preservar el dolor y la dignidad
Hoy, Ortuella sigue recordando. Cada familia, cada rincón, conserva un nombre, una historia, una ausencia. Y aunque el tiempo haya pasado, la herida no se ha cerrado. Este mismo año, el Ayuntamiento volvió a mostrar su respeto y pidió a Netflix que no produzca una película sobre aquel suceso, para preservar el dolor y la dignidad de las víctimas.
A 45 años de aquella mañana, el eco de las sirenas y el silencio posterior aún resuenan en Ortuella.