El Txakolin Museoa de Bizkaia ha levantado el telón de su primera gran exposición, “Chacolí, el vino vasco con nombre propio”, una muestra que invita a sumergirse en la historia, la cultura y la esencia de un vino que forma parte del alma de este territorio. Gestionado por la Diputación Foral de Bizkaia, el museo abre al público un recorrido por siglos de tradición vitivinícola, homenajeando a las manos que, generación tras generación, han dado vida a uno de los símbolos más queridos de Euskadi: el txakoli.
En la presentación de la exposición y su catálogo han participado la diputada de Euskera, Cultura y Deporte, Leixuri Arrizabalaga; la directora del museo, Aixa Gaztelu; y el historiador y arqueólogo Juanjo Hidalgo, comisario de la muestra.
Más que una bebida
Arrizabalaga ha señalado que esta iniciativa “supone un paso más en el reconocimiento de nuestro patrimonio cultural. El txakoli no es solo una bebida, sino una expresión viva de nuestra historia, una herencia que encierra siglos de tradición y esfuerzo”. La diputada subrayó además que con este proyecto, el museo “se consolida como un referente para descubrir e investigar la cultura del chacolí”.
Representante de la identidad vasca
La exposición propone un auténtico viaje sensorial y documental: desde los primeros vinos neolíticos hasta la consolidación del txakoli con Denominación de Origen. A través de materiales arqueológicos, documentos antiguos, herramientas tradicionales, mapas y recursos audiovisuales, el visitante podrá conocer cómo este vino ha moldeado el paisaje, la economía y la identidad vasca a lo largo de los siglos.
Orígen de la palabra txakolí
Entre los objetos más curiosos se exhiben semillas de vid halladas en excavaciones, prensas antiguas, recreaciones de tabernas tradicionales y coplas populares que reflejan el papel social del chacolí en la vida cotidiana de Bizkaia. También se aborda un tema apasionante: el origen de la palabra txakoli, con teorías que van desde las raíces lingüísticas vascas hasta interpretaciones hebreas o árabes.
Actividades
El relato culmina con el renacimiento del txakoli contemporáneo, tras superar las plagas del siglo XIX y recuperar su esplendor con la creación en 1994 de la Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina, símbolo del orgullo y la proyección internacional de este vino singular.
La exposición podrá visitarse hasta el 2 de agosto de 2026 y contará con charlas, visitas guiadas y actividades temáticas, en las que se profundizará en aspectos como el papel de las mujeres en el entorno rural, la arqueología del vino o los utensilios tradicionales de los lagares.