El Departamento de Educación del Gobierno Vasco ha puesto el foco en la detección temprana del acoso escolar con motivo del Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar. La consejera, Begoña Pedrosa, ha destacado que el sistema educativo vasco está “más preparado, atento y comprometido que nunca” ante esta realidad.
Un trabajo en red
Los centros educativos actúan con rapidez y discreción ante cualquier indicio de acoso. Desde la primera señal, activan el equipo BAT, la Inspección y los Berritzegunes para diseñar una respuesta técnica y humana. La prioridad es escuchar, proteger e intervenir, colocando siempre el bienestar del alumnado en el centro.
En la serie de vídeos ‘Cuidar también es educar’, profesionales como la directora Aitziber Gómez o la profesora Carmen Buzenchi muestran cómo la prevención y el acompañamiento se integran en el día a día. Mirar al grupo antes de empezar la materia o trabajar las emociones son acciones clave para fomentar el respeto y la empatía.
De la sospecha a la intervención integral
La detección no se limita al aula. Muchos menores acuden a los centros para pedir ayuda ante situaciones que ocurren fuera del entorno escolar. Gracias a la confianza generada, los centros pueden activar apoyos especializados desde el primer aviso. Todo el proceso se documenta para evitar la revictimización y asegurar transparencia.
El protocolo de actuación contempla medidas de protección inmediatas, comunicación con las familias y la revisión continuada de cada caso, con actuaciones específicas según la situación: acoso escolar, violencia machista, conducta suicida, alumnado trans o desprotección.
Más sensibilidad, más detección
Durante el curso 2024-2025, los centros vascos abrieron 2.263 protocolos por posible acoso escolar, 364 más que el año anterior. Se confirmaron 522 casos, el 23 % del total. Este incremento refleja una mayor sensibilización y confianza en los procedimientos por parte del alumnado, las familias y el profesorado.