El Athletic Club se reencontró con la victoria en San Mamés al superar por 1-0 al Real Oviedo, un resultado tan necesario como justo tras varias jornadas de dudas. El protagonista fue, una vez más, Nico Williams, autor de un auténtico golazo que desequilibró un partido de ritmo irregular pero de claro color rojiblanco en su desarrollo. La nota negativo es que el fuelle le duró al extremo 66 minutos cuando pidió el cambio, lo que deja claro los problemas que sigue arrastrando con su lesión de pubis.
El equipo de Ernesto Valverde salió con energía desde el inicio, dispuesto a marcar diferencias ante un Oviedo que presionó alto y trató de sorprender al contragolpe. Las primeras llegadas fueron locales, con Berenguer muy activo y Guruzeta generando espacios, aunque sin acierto en los metros finales. El conjunto asturiano resistía con orden hasta que apareció el menor de los hermanos Williams para firmar una obra de arte: una acción individual en la que se fue de tres rivales y fusiló a Escandell. El gol levantó a San Mamés y dio aire al Athletic, que pudo ampliar la ventaja antes del descanso pero volvió a toparse con el guardameta visitante.

Gol anulado
El VAR anuló un gol al Oviedo por fuera de juego, el único susto serio que vivió Unai Simón, que esta vez mantuvo su portería a cero. En el tramo final, los rojiblancos perdonaron el segundo tanto en varias ocasiones claras, pero supieron amarrar una victoria que vale más por las sensaciones que por el marcador.
La segunda mitad bajó de pulsaciones. El Athletic controló más que brilló, y Selton, titular por primera vez en Liga, dejó destellos de calidad antes de marcharse ovacionado por La Catedral. El joven atacante mostró personalidad, combinando bien con Nico y demostrando por qué Valverde confía en él.
😍 Primera ovación de Selton en San Mamés.
Que no sea la última…
❤️ @willliamsssnico#AthleticRealOviedo #AthleticClub 🦁 pic.twitter.com/tmPIaGGvKp
— Athletic Club (@AthleticClub) November 9, 2025
El Athletic cierra así la jornada con tres puntos balsámicos y vitales, un poco de respiro antes del parón y la esperanza de que el gol de Nico Williams marque el inicio de una nueva dinámica positiva. La necesitamos como el comer.
